Cuando se trata de buscar nuevas alternativas a los combustibles fósiles para minimizar el impacto de los gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera, ya es imposible no pensar en qué nuevo impacto inesperado también tendrá este nuevo elemento.
Pero la ciencia ha tratado de ir más allá de combustibles alternativos y se ha comenzado a crear tecnología capaz de alimentarse de la contaminación que ya nos está ahogando, lo cual no solamente trae beneficios en cuestiones ambientales, también de practicidad.
Tan solo hay que pensar que nuestro aire está altamente contaminado todo el tiempo como para pensar que la contaminación aérea es omnipresente, algo así como el viento y los rayos del sol que podemos encontrar en todo momento y lugar.
Bajo esta lógica, se encuentra esta ventaja en que si el aire está permanentemente contaminado, entonces ¿por qué no usarlo como un método de alimentación «gratis» para los motores del futuro tal y como se hace con la energía eólica y solar?
La Fuerza Aérea de Estados Unidos se vio muy interesado en este concepto principalmente cuando sus operaciones muchas veces son de alto riesgo en territorios lejanos, donde es peligroso y bastante difícil poder obtener los combustibles necesarios ya sea en un portaviones o en medio del desierto en el Medio Oriente.
Es así como la compañía E-Jet ha ofrecido una solución de combustible que es capaz de generarse a partir de dióxido de carbono que se encuentra presente prácticamente en cualquier lugar, en el aire y en el agua.
Desde luego, para el ejército las cuestiones medioambientales los tienen sin cuidado, más bien se trata de cuestiones de logística las que se evitarían el tener que transportar y repostar sus aviones que constantemente están asechados por el enemigo.
No es difícil imaginar un avión de transporte de combustibles siendo interceptados o raptados por aviones enemigos, lo cual no es nada raro al representar el 30% de las bajas militares tan solo en las operaciones de Afganistán.
Entonces, ¿cómo será la dinámica de obtención de combustible con la propuesta de E-Jet?
Prácticamente la generación de este biocombustible estará pensado para realizarse desde las bases aéreas, por lo que se despedirían de la espera y complicaciones de transportar combustible fósil, eso sí, dependería mucho de las posibilidades de cada instalación.
Sin embargo, ahora los asentamientos militares serán completamente autónomos y ya no dependerán de estar cerca de pozos petroleros o de gas natural, ahora podrán expandir sus horizontes a cualquier lugar pues prácticamente se necesita sólo de aire y agua con cierto índice de dióxido de carbono.
Las bases aéreas ahora tendrán un área especial donde se realizarán procesos de separación de los elementos del CO2 para dar lugar a otro tipo de componentes que terminarán como combustible para aviones.
Si bien el proyecto es perfecto, aún faltan algunas cuestiones que resolver, por ejemplo encontrando un modo de realizar y alimentar el proceso esta vez con energías limpias, de modo que además de autosuficiente, también sea amigable con el medio ambiente.
Mientras se llega al punto de la perfección, ya se realizan pruebas para la obtención de este combustible utilizando el biocombustible y mezclándolo al 50% con combustibles fósiles, continuarán puliendo la técnica hasta eliminar por completo la utilización de esta última.
E-diésel será el nombre de este nuevo combustible sintético a base de agua y CO2
Quien tiene conocimiento sobre cómo funcionan los motores, sabrá que estas pruebas iniciales no suenan una buena idea, pues el gasóleo mezclado con agua no son una buena combinación especialmente dentro de un motor convencional.
Afortunadamente, se ha encontrado una fórmula para poder crear este combustible sintético, y no es algo que hicieran de la noche a la mañana, de hecho, se ha empezado a desarrollarse desde 2014 primeramente gracias a la compañía Sunfire y el fabricante de autos Audi.
Los inicios del e-diésel ya pretendía no generar emisiones de dióxido de carbono, todo esto sin dejar de ser un diésel que es capaz de funcionar en motores comunes y corrientes, esto aunado con que sus elementos son fáciles de encontrar prácticamente en cualquier lado, lo han convertido en la mejor apuesta para el futuro.
En resumen, el proceso se llevaría a cabo en cuatro pasos:
1. Generación de energía ecológica: Para obtener la energía eléctrica para iniciar todo el proceso de obtención del e-diesel, se utilizarían generadores de energía verde, ya sea eólica o solar de acuerdo a las condiciones de cada lugar.
2. Electrolisis: Es un proceso a alta temperatura que evaporaría el agua para obtener vapor, de la cual se separarán las moléculas de hidrógeno y oxígeno. El oxígeno será liberado a la atmósfera mientras que el hidrógeno será canalizado a un reactor.
3. Conversión: el ‘crudo azul’ es el nombre del producto que se obtiene al mezclar el hidrógeno antes mencionado y dióxido de carbono, esto se obtiene en un proceso de dos pasos que podría equivaler a obtener aceite de petróleo si habláramos de combustibles fósiles.
Aquí el monóxido de carbono, el hidrógeno y el agua son productos del proceso del hidrógeno y CO2, que al ser sintetizados estos gases, causa una reacción que lo convierte en un líquido capaz de portar energía (el crudo azul).
4. Proceso: Finalmente, el crudo azul se procesaría de acuerdo a la aplicación que se le dará, y una de estas es el e-diesel que puede ser utilizado para alimentar motores de automóviles, aviones y más.
Como vimos en los pasos anteriores, el CO2 es un ingrediente importante para la generación del crudo azul, es aquí donde entra la empresa Audi con su tecnología para crear filtros de CO2, que son capaces de atrapar este dióxido de carbono del medio ambiente.
Este detalle prácticamente lo hace el combustible ideal, ya que a comparación de muchos productos ‘ecológicos’ que no generan emisiones durante su uso, llevan a ser grandes contaminantes de aire, tierra y agua cuando se fabrican o dejan de ser utilizables.
El e-diésel es amigable con la naturaleza desde el momento de su fabricación, eso sí, cuando es utilizado sí que genera emisiones de CO2 pero se liberan en cantidades menores que las que se requieren para su propia fabricación.
Así que prácticamente es reciclable, al utilizar su propia emisión para fabricar más, y al requerir más de la que emite, también ayuda a limpiar el aire de otras fuentes de contaminación como fábricas y otros sectores altamente contaminantes.
Además, a comparación del engorroso y lento proceso de pasar de una tecnología a otra como ha sido la de adoptar vehículos eléctricos, el e-diesel es prácticamente compatible con los motores comunes y corrientes de gasolina fósil, lo que lo hace perfecto para iniciar ya mismo la transición a alternativas ecológicas.
Sin embargo, aún hay limitaciones que impiden adoptar ya mismo el e-diesel
Con el tiempo que lleva esta opción perfecta sobre la mesa, entonces ¿por qué no se está implementando ya mismo? ¿por qué no hay grandes inversores apostando por el e-diesel?
Como todo lo novedoso y en una etapa beta, los nuevos recursos suelen ser muy caros, y es que todo este proceso de producción del e-diesel tiene un precio más elevado y que está más que claro que sería un inconveniente pues la misma empresa Audi no ha querido facilitar el monto.
Es fácil deducir que fabricar e-diesel podría ser más costoso que fabricar combustibles a base de petróleo. Además la eficiencia energética tampoco pinta nada bien.
Según Robert Rapier, experto de Energy Trends, el e-diesel no alcanza a ser lo suficientemente eficiente como para llevarlo a nivel comercial y global. Se dice que los vehículos eléctricos pueden tener una eficiencia del 72%, mientras que el e-diesel solo del 16% al tener grandes pérdidas durante todo el proceso de fabricación.
Por lo tanto, fuera de la teoría, el impacto positivo que haría en realidad sería el mínimo, manteniendo a la opción de vehículos eléctricos como la mejor apuesta hacia el futuro.
En definitiva sería fantástico que se pudiese obtener un biocombustible que sea capaz de reciclarse a sí mismo, ya que incluso la fabricación de baterías para los vehículos eléctricos representan una gran contaminación, al igual que la extracción de materiales como litio que destroza hectáreas de ecosistemas para su minado, al igual que la contaminación que deja el transporte de hidrógeno o nitrógeno.
Además, una vez que las baterías cumplen su ciclo de vida, terminan en vertederos donde contaminan millones de litros de agua dulce y vastas extensiones de tierra en vertederos, incluso después de ser reciclado. Sin duda, aún hay mucho camino por recorrer para salvar nuestro planeta.